Te invitamos a explorar algunos atractivos de esta bella localidad a través de nuestro mapa interactivo
Yngativá o Engativá es un territorio milenario que estuvo habitado en un primer momento por una comunidad muisca. Es posible que esté lugar fuera poblado de manera dispersa por un grupo dedicado a labores de agricultura intensiva, debido a las proximidades del río Bacatá.
Engativá llegó al siglo XX caracterizándose por su vocación agrícola y ganadera. Antes de 1954 Engativá era una estructura rural y urbana independiente de Bogotá. Un municipio más de Cundinamarca que contaba con veredas como El Cedro, El Centro, Camavieja, Bolivia, el Gaco, Puente Grande y Barrios del norte. En cada una de ellas existieron fincas así, en la vereda el Gaco quedaban El Cerezo y la finca Santa Isabel. En la vereda Bolivia estuvieron las fincas Santa Teresa, Bolivia y El Cortijo, entre otras.
En 1954 se creó el Distrito Especial de Bogotá, que según el decreto 3460 del 17 de diciembre se segregó de Cundinamarca los municipios de Bosa, Usme, Fontibón, Engativá, Usaquén y Suba.
La anexión de Engativá a Bogotá acarreó la perdida de 500 de sus hectáreas. De otra parte, al igual que en los otros cinco municipios trajo como una consecuencia la inclusión de hectáreas de tierra a área de urbanización de Bogotá. Los urbanizadores vieron una posibilidad de apoderarse de los terrenos de las antiguas haciendas y fincas para urbanizar. Una vez en su poder las parcelaron y lotearon, sin que el Estado hiciera ningún control.
Un barrio que sigue construyéndose por y para la comunidad.
El arquitecto Ernesto Samper logró un modelo arquitectónico único en su tiempo en el que se dio prioridad al ciudadano y a su relación con el entorno, por encima de los carros y las calles . El resultado, uno de los diseños urbanísticos más originales y sobresalientes de la arquitectura moderna colombiana.
Al culminarlo por completo los barrios ciudadela Colsubsidio y Cortijo, se edificaron como zonas donde la presencia de espacios privados, comunitarios y naturales están en constante armonía. Esta idea la entendió Juan Tibabuyes residente del barrio Cortijo junto con su colectivo Somos Uno, quienes son gestores de la innovadora propuesta urbanística de ecobarrio en Bogotá, un proceso comunitario que cada día toma más fuerza
Los registros indican que el cementerio existe desde 1863, sin embargo se afirma que antes de esta fecha el cementerio se ubicaba contiguo a la iglesia parroquial (Donde está ahora el colegio General Santander). Este fue trasladado hacia su lugar actual debido a restricciones que se impusieron en el siglo XIX que prohibian los cementerios dentro de las plazas o cascos urbanos.
“Junto a unos amigos pedimos permiso y decidimos montar un pequeño mercado de frutas y verduras en uno de los muchos potreros que existían en el Quirigua en ese entonces, ahí después funcionó un almacén TÍA”.
En el año 1972 esta Plaza fue reubicada y trasladada a donde está actualmente.